Francisca Torres, de 32 años, espera el séptimo hijo para octubre. Su mirada se pierde en el infinito, extraviada, al explicar que ha perdido su casa y su marido, a quien un árbol le partió la nuca. "El huracán se llevó todo", dice en misquito, su lengua materna. No tiene ni pañales para el bebé que viene y estos días sobrevive en la maltrecha casa de su hermana, donde se hacinan niños y adultos. El huracán Félix se cebó en el poblado nicaragüense de Sisin, en la región atlántica, a 40 kilómetros de Puerto Cabezas, capital del departamento. La iglesia y la escuela están sin techo, como todas las casas que se sostienen en pie, árboles y postes eléctricos caídos y todos los pozos de agua contaminados conforman un panorama desolador diez días después de la catástrofe.
(article sencer: los misquitos, el pueblo mas castigado (El Pais, dissabte 15/9/07)
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